jueves, 25 de marzo de 2010

La Ley SINDErecho a la libertad

El Consejo de Ministros ha aprobado el proyecto de la Ley Sinde, cuyo nombre proviene de su ilustrada promotora: la ministra de cultura Ángeles González-Sinde, como si tal cosa. Ha demostrado que la opinión del pueblo parece no importar. Bueno, rectifico, la opinión de la gente ajena a las SGAE. Han hecho oídos sordos a las protestas de los internautas y en las ruedas de prensa ningún periodista hace la pregunta del millón. La cuestión es si esto se debe a una censura previa que impide abordar ese tema. Prefiero creer eso a pensar que a ninguno de los profesionales allí presentes se le ocurrió la famosa preguntita.

Pero dejemos a un lado la actitud de los periodistas y de los medios de comunicación en general puesto que ninguno parece considerar noticioso la aprobación de una ley polémica donde las haya. Una ley que ha movilizado a las dos principales asociaciones de internautas en España (AUI y AU) y a mucha más gente. La iniciativa “No al cierre de webs” es una muestra de ello.

Parece que nuestros dirigentes no se enteran de que esa Ley a la que han dado su “SÍ” no ayuda a la libertad de expresión y al derecho de información de todos los ciudadanos. Todo lo contrario. Los reprime llevándonos a una democracia cada vez más dictatorial donde sólo se beneficia a unos pocos. ¡Cómo no!

Lo más gracioso del caso es que seguramente muchos de los que se empeñan en sacar una ley que no gusta al pueblo tienen hijos, hijas, sobrinos o cualquier otro familiar que alguna vez ha introducido en el buscador “cinetube” y se ha descargado alguna que otra película. Permitidnos que no nos creamos a aquellos que digan que no lo han hecho nunca. Los políticos se caracterizan por su hipocresía y sobre este tema no van a ser menos. Es la verdad más afilada.

Además, nuestros representantes parecen olvidarse de que están allí por nosotros y que nosotros les podemos quitar. A la gente le encanta castigar a sus dirigentes con su voto…y las elecciones cada vez están más cerca. Aunque puede que crean que con los votos de esa minoría a la que beneficia una ley absurda van a llegar a algo. Si es así, señores, prepárense para las elecciones con los niveles de participación más tristes de la historia…

Y sí, he calificado la ley de absurda. ¿Por qué? Porque lo es. ¿O es que acaso consigue realmente algo? NO. Por tanto, es absurda. Además, quién haya ido hasta ahora al cine seguirá yendo con o sin nuestra querida ley. Y quién vaya pocas veces al cine, mantendrá su frecuencia de asistencia al movie theater, o incluso, irá menos. Quién sabe.

La gente es lista. Más de lo que piensan los políticos, o de lo que quieren pensar. Encontraran otras formas de ejercer un derecho fundamental que les corresponde. Internet era el único medio que hasta ahora estaba libre de tendencias políticas y brindaba a los usuarios una información que no había pasado por el filtro de las grandes marcas.

Si el Gobierno sigue empeñado en sacar adelante esta Ley lo único que va a conseguir es activar la imaginación de la masa popular. Si eso era lo que quería entonces permítanos que lo felicitemos porque está logrando su objetivo. Si no era sí, lo lamentamos, pero han iniciado una batalla que les va a costar ganar, si es que lo consiguen. Una población creativa que se agrupa en pos de un objetivo común es peligrosa…¡CUÍDENSE!

Las pseudoperiodistas

1 comentario:

B dijo...

Muy buena, Abi. Ya identifico tu forma de esctibir ;)